La
cosa siempre es más o menos así. Un muchacho conoció a una chica en un baile.
Danzaron toda la noche y al finalizar la velada y salir a la calle, notan que
había bajado la temperatura. La chica estaba desabrigada razón por la cual el
muchacho le presta su saco. La chica toma un taxi y le da la dirección de su
casa de modo que al día siguiente el muchacho se presente a retirar su saco.
Así lo hace y al anunciarse y preguntar por la chica una señora mayor le dice
que no está. El muchacho le cuenta la situación vivida la noche anterior a lo
que la mujer le responde que es imposible. La descripción de la chica coincide
con su hija muerta hace 2, 5, 3 o X años. A fin de convencerse van juntos al
cementerio y dentro de la bóveda familiar o sobre la tumba está el saco.
Según
quien lo cuente, el muchacho es del barrio, o un pariente de un amigo, o el
vecino de un primo. La cosa es que forma parte desde hace muchos años de lo que
se da en llamar mitos urbanos. Hay
muchísimos, la gran mayoría perfectamente inverosímiles como este último. El
tipo al que otro vehículo le choca el auto y cuando el otro conductor baja, es
el Presidente acompañado de una conocidísima modelo/actriz/vedette y procede a
pagarle todos los gastos del arreglo sin chistar o bien le regala un auto nuevo
a cambio de su silencio (en España se cuenta la misma historia con el Rey). El
tipo que se levanta una mina imposible en un boliche, toman algo, le agarra
sueño y se despierta en una bañera con hielo y sin riñones (Puestos a cometer
un delito tan grave como el tráfico de órganos nada les cuesta matarlo y no
dejar testigos) Las hamburguesas de Mc Donalds hechas con carne de lombrices.
(Los 200 g
de lombrices, se usan para airear los suelos de siembra y generar humus, valen
$70. http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-441313572-lombrices-lombriz-rojas-californianas-200g-500-un-_JM
Con lo cual el kilo de lombrices vale
$350, mucho más caro que si las hamburguesas se hicieran con puro lomo). Y así,
sandez tras sandez, tontería tras tontería. Lo peor del caso es que cada uno de
estos mitos caen por si solos en el caso en que uno invierta unos 5 minutos
para razonar.
Resulta
que hace unos días anda circulando por Facebook otra gansada por este estilo.
Consiste en denunciar que la leche envasada en Tetra Pack es reciclada 5 veces
antes de tirarla. Para semejante afirmación cuentan con la irrefutable prueba
de los números del 1 al 5 impresos en la base de los mismos. Según el nuevo
mito urbano, si el número faltante es el 1, la leche es fresca. Conforme el
número faltante es más alto, indica que la leche ha sido reciclada 2, 3 y hasta
5 veces. Un asco…si fuera cierto.
Se
supone, entonces que, pasada la vida útil de la leche, el establecimiento
lácteo pasa por el supermercado a buscar las que están vencidas, se las lleva
de nuevo a la planta, abre todos los packs, la hace algo a la leche que la pone
de nuevo consumible, la vuelve a envasar en otro pack, la transporta nuevamente
al supermercado y ya. ¿Y ya?
Permítanme
dudar. Y no por una sino por varias razones. Comencemos por el principio.
Razones químicas.
En
la leche hay bacterias (como en todas partes, bah) Pero las que viven en la
leche se alimentan de lactosa. Las leches larga vida tienen una carga de
bacterias casi nulas, de modo que casi no hay bacterias. Por lo tanto dentro
del pack sin bacterias y sin oxígeno la lactosa se mantiene intacta por 6
meses. Cuando la caja se abre, entra aire y ahí comienza el problema. Las
bacterias se comen la lactosa y (eructan, cagan, vomitan) liberan ácido
láctico. La concentración de ácido láctico crece y eso provoca que una de las
proteínas con mayor presencia en la leche (la caseína) se desnaturalice (se
estropea de manera irreversible, pero irreversible en serio). La leche que, a
simple vista es una solución homogénea, es en realidad una emulsión de agua,
grasas, proteínas, vitaminas y un buen número de otras porquerías. Cuando se
desnaturaliza la caseína esta emulsión se separa. Por un lado queda el
contenido proteico y por el otro el suero. Listo, es irreversible.
-No se, no se – dirá alguno – los
pérfidos científicos que trabajan para las siniestras industrias lácteas habrán
inventado algo
A lo que responderé. Si una
proteína se desnaturaliza decí “Alpiste”. Cuando hervís un huevo eso es lo que
pasa con la albúmina (la proteína de la clara) ¿Conocen algún mecanismo o procedimiento para
que el huevo vuelva a lucir crudo?
No
hay forma de que la caseína vuelva a ser lo que era. Por lo tanto no hay forma
que la leche “cortada” vuelva a su estado original. Y si la hubiera (o hubiese)
tendría que sufrir unas modificaciones tan groseras que sabría más a guiso de
lentejas que a leche.
Razones Económicas:
A
marzo de este año se fijó el precio que se le paga al tambero por litro de
leche cruda en $1,55. Al supermercado llega a algo de $6. El resto se lo come
el transporte del tambo a la planta, el procesamiento, el envasamiento, el
transporte y distribución a los centros de venta y la ganancia del supermercado
o almacén. En general las estructuras de costos están desarrolladas para sacar
el máximo provecho en la cadena de producción y comercialización de los
productos.
Si
el costo del supuesto reprocesamiento de la leche cortada superara o se
acercara a $1,55 sería más provechoso pagarle nuevamente otro litro de leche al
tambero y no revertir todo el proceso, duplicando otra vez los costos.
Pero
supongamos que es así. Que llevar la leche otra vez a la planta, sacarla de sus
cajas, desandar la coagulación de la caseína, volver a envasarla y volver a
llevársela al supermercado saliera menos de ese valor, digamos la mitad. ¿Cómo
hacen para hacer lo mismo 5 veces y que todavía siga siendo rentable en contra
de ese $1,55 que vale la leche nueva?
No
cierra
Razones Técnicas:
Los
Tetra packs están fabricados no sólo con cartón. En realidad llevan varias
placas de distintos materiales. Por afuera está recubierto de polietileno para
que no se borre ni se ablande el cartón con la humedad de las heladeras. Luego
viene el cartón donde está impresa la marca y demás dibujitos y boludeces
(incluido esos famosos números del 1 al 5). Después viene otra capa más de
polietileno y luego una de hoja de aluminio. Y por último, ya en contacto con
el producto (leche, puré de tomate o lo que fuere) otras dos capas más de
polietileno. El misterio de los números del 1 al 5 consiste en que el ancho de
la bobina de este material da para que salga un número determinado de envases.
Los que pensaron que en el ancho de la bobina de cartón entran 5 envases
acertaron. Los números del 1 al 5 indican de que parte de la bobina salió el
envase que tienen en la mano.
Y
bueno, habrá que buscar otra teoría conspirativa como para entretenerse. ¿No creen que si fueran capaces de hacer algo por el estilo ocultarían la felonía tras un código menos evidente que ese? Lamento haber decepcionado a quienes creían haber descubierto el secreto oculto
tras los siniestros manejos de la oscura mafia láctea. Otra vez será.
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